El mundo que en un instante pasó de la Edad de Piedra a la Edad de la Busca, en su incansable andar entró en la Era de los Relacionamientos.
El balcón donde Romeo corteja su amada Julieta le dio paso a las Redes Sociales, a aplicaciones como Whats Apps o Telegram o algunas más específicas como Tinder.
La llegada del Covid le abrió las puertas a otro tipo de relacionamiento sexual, el sexo virtual. Si bien ya existía desde los primeros años de la Internet con Icq o el anacrónico Mirc, el hecho de ver a la pareja desnuda en la computadora o en la pantalla del celular le dio a la actividad un impulso inimaginable.
Muchas escorts y hasta quien no trabajaba con sexo vio allí una oportunidad de ganar dinero. Se relacionar sexualmente con sus clientes en uma interacción HOT atravess de dispositivos digitales. En este sentido se destaca el sítio de escorts brasilero Acompanhantes na Web que tiene uma área específica para la actividad, No son solo mujeres que trabajan con esta modalidad, a ella se sumaron, hombres, parejas, gays y travestis.
Lo curioso es que esos encuentros no se limitan al sexo, algunas personas precisan apenas de alguien que las escuche. Muchas de estas profesionales acaban orientando a sus clientes a enfrentar una pena o a resolver un problema. Es paradójico que en un mundo con cada vez más gente estamos nos sintiendo cada vez más solos. A tal punto que a partir de estos relacionamientos, nacen sentimientos que a veces transforman algo virtual en encuentros reales que derivan hasta en casamientos.
No sabemos cuál va a ser el futuro de esto, pero ya se pasaron varios años desde que salió a la luz y la actividad no para de crescer por lo que inferimos que no se trata de algo pasajero si no que vino para quedarse.